Manuel de la Vega Zuazua, bisnieto, nieto, hijo y padre de joyeros, ha dedicado su vida profesional a esta interesante actividad; como realizador en la “Joyería El Sol” de su propiedad; y como profesor en la Escuela de Ingenieros de Minas.
La relación con esta artística profesión, ha hecho de él un apasionado practicante de todas las formas del arte, y asiduo visitante de museos, rastros y anticuarios. En su tiempo libre fue componente, desde su fundación, de los coros:De la Opera, y del Centro Asturiano, ha participado en el mundo del ilusionismo, restaura figuras de marfil y libros antiguos, talla, pinta, esculpe etc.
Lector insaciable, no podía acabar sus días sin tocar el difícil arte de la escritura. Este conjunto de relatos supone entonces la realización de su inquietud y expresa además, un pequeño homenaje hacia el barrio que lo ha acogido durante setenta años.